Con una población de unos 12 millones de habitantes Tokyo es una urbe imponente. Tuve dos días para Tokyo y decidí dedicarme a patearla y dejar sus museos para la próxima vez. Compré un pase de metro para todo el día ( 7€ para unas líneas y 10 € para toda la red) y la recorrí en metro de cabo a rabo.
Mi guest-house está en Kuramae station (noreste de la capital), así que empecé por Asakusa que está muy cerca. Es una zona muy turístitca, el centro de la cual es el templo Senjo-ji y la entrada al recinto se realiza habitualmente por la puerta Kaminarimon. Desde la puerta hasta el tempo hay un pasillo de tiendas de souvenirs. Estaba inundado de turistas, muchísimos extranjeros. Españoles en Japón no me he encontrado apenas, por no decir que ninguno. Supongo que el hecho de ser un país caro y por supuesto todo el bombardeo de información que los medios de comunicación nos han ofrecido desde que ocurrió el terremoto, han paralizado el trasiego de españoles hacia aquí.
Me he encontrado alemanes y también centro y sudamericanos: unas mujeres argentinas, unos chicos colombianos que están estudiando en Australia, un mexicano y no recuerdo haber coincidido con ningún latino más. Sorprendente!
Como podéis imaginar aquí en Tokyo ,y de Tokyo hacia el sur, ni un solo vestigio de que ha ocurrido algo en los últimos meses, ni un ápice de alerta por riesgo nuclear. Las normas dicen que está todo bien y que se puede hacer vida absolutamente normal y los japoneses lo siguen a pie juntillas.
Mi recorrido por Tokyo continua con este barrio, que es un área súper animada. Gente en la calle, muchos centros comerciales (y gente en los centros comerciales, por supuesto!), edificios altos, tiendas, carteles de neón de diferentes colores, muchísima publicidad, grandes pictogramas japoneses, bares y restaurantes de comida rápida…. Y son sólo las 12 de la mañana de un lunes.
Y esta foto es para mi sobri Irene. Ire, no sabes cómo se acordó de ti la tía cuando vi este autobús de tu adorada Hello Kitty. Me lo pido para Ire, pensé!! Es que es una monada, parece de juguete pero es real.
Pero toda esta modernidad de Shinjuku se combina con un conjunto de viejas callejuelas que hay poco más allá de las calles principales y que constituyen el Golden Gai. Son calles muy estrechas llenas de bares. Son como mini locales, los aires acondicionados junto a las puertas, todo muy cutrecillo, pero me encantó. A esa hora estaban todos cerrados, apenas algún peatón atravesaba esas calles. Tenía algo esa zona…y era toda para mí ;-) ...
Y luego seguí avanzando en mi ruta y entré en Kabukicho, que es un recinto lleno de restaurantes y locales y un poco más al fondo lleno de hoteles uno pegado al otro. Es lo equivalente al red-light district de otras ciudades como Ámsterdam, Bruselas…. Los hoteles diferencian claramente en el precio dos tarifas: una para pasar el rato (Rest) y la otra para quedarse (Stay). Podéis comprobarlo en la foto, como veis no me lo invento ;-). Y por cierto con los rangos de horas permitidos (por tanto las más habituales) para la opción picadero. Me pareció sorprendente que estuviera tan fácil y accesible esta práctica!. Y luego pantallas mostrando las atractivas habitaciones: camas y bañeras redondas, luces y cortinas sofisticadas al estilu japonés...en fin todo tipo de comodidades para una gran velada ;-)
También en la zona locales para mujeres con un montón de fotos de chicos japoneses para atraer a las clientas. Aquí las japonesas también se divierten ;-) faltaría más!
Después de parar en un sitio para cambiar dinero, me puse a andar hacia el Metropolitan Goverment Office, para disfrutar de una de la mejores vistas de Tokyo. Por el camino pasé por una serie de edificios imponentes, en una de las zonas con más rascacielos de la ciudad.
Y tras subir los 45 pisos para llegar al observatorio siguiendo una rigurosa cola, (como no podía ser de otra forma ;-)) ...esta inmensa vista de un Tokyo sin límites, inacabado...
Esta foto me gusta, no sé muy bien por qué. Será por la simetría, por los colores del ocaso, en fin, no lo sé. Podéis ver como están las calles en pleno centro de Tokyo, qué pocos vehículos y la mayoría transporte público.
La foto de arriba es de Shibuya, donde me habían recomendado ir para encontrar calzado a un precio asequible (no sé si os dije que en el hostel de Kawaguichi me había olvidado mis viejas sandalias y ahora necesitaba unas sustitutas). Bueno pues Shibuya es una de las zonas comerciales por excelencia. Entresemana estaba a rebosar, no me quiero imaginar cómo será un sábado tarde. También tenéis una foto en la estación de metro. No sé si se aprecia bien pero en el andén está indicado donde para cada vagón y la gente selecciona el vagón en que quiere entrar y hace cola de forma rigurosamente ordenada para cuando pare el tren subir. Pero siempre antes dejan salir, nunca hay atropellos ni empujones. Sorprendente, no? Pero ahora que conocemos un poco más a los japoneses nos lo creemos, verdad?
Para cenar quedé con Taka en la parada de metro de Guinza, la zona comercial de las grandes marcas, y me llevó a cenar a un sitio con unas vistas increíbles y comida muy buena.
Good night viajer@s, mañana nuestro último día :-(....
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Gregori (miércoles, 21 diciembre 2011 17:40)
Hauràs creuat el pas de vianants més transitat del món! Molt graciós com de bé estan organitzats els locals de plaer allí, jejeje. Els edificis i les vistes: impressionants!!! Besets.