Yokohama con una población de 3.579.000 personas es la segunda ciudad más grande de Japón y se ubica al sur de Tokyo a sólo unos 20 minutos del centro de la capital en tren.
En Yokohama nos centramos en el Chinatown, llegamos un poco antes de que anocheciera y estaba súper animado. Los Chinatown nunca me decepcionan, como los mercados de frutas y verduras, son uno de mis lugares favoritos en Asia. Un montón de restaurantes con cantidad de información en sus puertas para atraer a los clientes, gran variedad de comida y de precios, también comida en la calle. Yo hubiera comido una especie de merenge blanco que veis en las fotos pero que no es merengue sino pasta y están rellenos de carne. Tenía una pinta increíble, sólo de pensarlo me entra hambre…pero Taka quería cenar en un restaurante. Finalmente nos decantamos por el que más cola tenía y no era restaurante propiamente dicho, era un sitio supersencillo, como muy familiar, me recordaba a los típicos sitios castizos en España, pequeños y quizás un poco cutres pero con comida buenísima. Me encantó el ambiente.
Bueno pues la cena fue genial, primero que nos sientan en una mesa con otras personas (en este sitio sí que se comparte…ya notaba yo que había algo diferente en el ambiente….) y resulta que coincidimos con Shunsuke y Miki, japoneses ambos. Él es director de orquesta y ella pianista. Él está aprendiendo italiano y me habla en italiano, bueno no podíamos haber compartido mesa con un par mejor. A mi me alegraron un montón pero tengo que decir que yo a ellos más ;-)). Estaban encantados, preguntándome sobre viajes, sobre Japón, mis impresiones, mi vida en España. Me decían que les encantaba verme comer con los palillos, que los manejaba muy bien. Para mí todo un piropo porque aunque he mejorado día tras día, no consigo manejarlos como ellos. Lo pasamos súper bien, nos reímos mucho, y luego la comida estaba increíble. No he comido un cerdo más meloso en mi vida. Pedimos arroz y luego noodles, todo con cerdo, y no sé que plato estaba mejor. Mirar qué pinta tenía, no digáis que no? y por cierto fotos dignas de un libro de recetas ;-))
Terminado de cenar llegó el amigo de Taka, Hedi se llama (bueno yo lo escribo así pero probablemente no es la ortografía correcta) y como ya estábamos acabando nos fuimos a otro sitio. Yo me despedí de nuestros compañeros de mesa, nos hicimos la correspondiente foto, intercambio de emails, promesas de visitarnos en un futuro, etc. La verdad que hay personas estupendas en el mundo, sólo hay que querer encontrarlas...
Bueno pues nos tomamos unas cervecitas con Hedi, en la foto de la derecha lo téneis. Un chico muy majo. Él es ingeniero y trabaja en la empresa JR (Japan Rail, el monstruo de los transportes en Japón), pero es un disk-jockey aficionado. Me regaló dos CD’s grabados por él con música variada. Así…sin más, me quedé perpleja, menudo detalle!.
Lo malo es que no hablaba apenas inglés, pero se esforzaba y nos entendíamos, hablamos hasta de Almodóvar, que le encanta, y de Penélope Cruz. En fin, que no hay fronteras ni secretos, es lo que tiene la globalización…
Quedamos en salir mañana a cenar por Tokyo y nos separamos, pues él cogía otro tren. Eran las 21 horas y aun teníamos varios trasbordos que hacer hasta llegar a casa de Taka.
Al llegar, yo rehice una vez más mi mochila, transformamos en dormitorio el comedor ;-) y a descansar!. Esos es todo por hoy, buenas noches viajer@s!!!
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