Cuenta la leyenda (y reporta la "Lonely Planet" ;-)) que el hijo de un rey del norte de India fue expulsado de su reino y enviado a alta mar como castigo, pero que fue bendecido por Buda y reconducida su embarcación hacia el sur, fueron a parar a la actual Sri Lanka e instauraron su reino en Anuradapura (zona centro-norte). Una zona seca (doy fe porque ahora en dry season el calor es insoportable acostumbrada a la buena climatología de Indonesia) pero que transformaron en próspera mediante la construcción de canales y aljibes.
También es muy famosa Anuradhapura porque Sangamitta, la hija del emperador indio Ashoka, fue enviada a la isla para difundir las enseñanzas de Buda y ésta llevó un esqueje del Bodhi Tree (ficus bajo el que Buda alcanzó el nirvana o la iluminación) y lo plantó en esta ciudad. Podéis ver una foto del mismo en las que adjunto. Es un árbol rodeado de banderas, lo consideran sagrado los budistas y se haya custodiado por monos, monos bien grandes de los que también he añadido alguna foto. Increíblemente curioso como corren con las crías y estas se agarran al cuerpo de las madres y se mantienen en la misma postura sin caer.
Anuradhapura tiene importantes yacimientos arqueológicos, pero para mi gusto hay que echarle demasiada imaginación para situarse en su época florida, porque desde luego en comparación con otros sitios apenas quedan los cimientos de algunas estructuras. Por tanto aunque fue una visita interesante no fue lo que me esperaba, si bien es cierto que ir en bici bajo un sol de justicia no ayudaba a encontrar el encanto a estas ruinas. De todas formas me compensó de sobra por los paisajes. Estoy totalmente cautivada con los bosques de palmeras de esta zona. No os parecen fascinantes viajer@s ;-)?
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