Nuevo destino: Takayama

Como véis el mercadito una cucada, pero parece de mírame y no me toques en comparación a lo que acostumbramos. Y lo digo en dos sentidos, porque está todo impecable y porque está todo imcomprable ;-) Japón es muy caro, pensad que yo comparo con el sudeste y ya no con España. Ya me había acostumbrado a dormir por 5 €, a comer por 3€ o menos, a pagar por un kilo de fruta buenísima aprox. 1$, y un largo etcétera. Aquí el alojamiento más barato es una cama en un dormitorio compartido y me cuesta 25€. Ahora, todo esta inmaculado, se puede cocinar en el suelo de cualquier hostel.

Pero bueno, volviendo al tema del mercado, aquí pagas más de 1 € por una pieza de fruta, lo más barato como en todas partes son las bananas y por 3 piezas pago 2 € en el sitio más económico. Ahora que en el mercadito que os muestro, y luego también en un montón de tiendas de Takayama, te dan a probar de todo. Te ponen unas muestras delante del producto y a catarlo todo. Yo probé un montón de dulces así. Pero a comprar al supermarket, que es lo más barato ;-)

Por cierto esto esta lleno de 7eleven y de otros supermercados 24 horas, que tienen un montón de comida para llevar. Porque aquí en Japón, como pasa en el resto de Asia, mucha gente compra la comida fuera y se la come en casa, o come en los puestos de comida de la calle. Así que en 7eleven tenían un surtido grande de comida japonesa, yo ya he probado varios platos y está muy buena. 

Y también merece un comentario el tema de las cantidades, porque estos son mercados minimalistas en comparación con la abundancia de los puestos del sudeste, donde habían pilas y pilas de fruta, vegetales, y gran variedad de todo. Pero claro, lo dicho, aquí los mercados son  

Hay dos cosas que me impresionan bastante de este nuevo país. Primero que la gente no mira, no me mira, pero es que en general no se miran entre ellos. Cuesta muchísimo cruzar una mirada con los japoneses. Yo tengo serias dudas sobre si se dan cuenta de que les miro y esquivan la mirada o simplemente es que no miran. Es algo supercurioso, solo en algunos caso consigo cuadrar miradas y así soltar alguna sonrisa, y enseguida me la devuelven. Por el contrario la gente está muy dispuesta a ayudar. Si paro a alguien y sabe un poco de inglés siempre recibo una buena respuesta. Porque educados si que son, son supereducados, exageradamente educados diría yo, tanto que a veces no sabes si lo son por pura obligación o si es una respuesta natural.

 Y otra cosa que me deja perpleja es que aquí muchas veces llevan a los perros como si fueran niños. Los he visto de varias formas: con la cinta el hombro, directamente en brazos pero como acunándolos y el colmo de los colmos es en un carrito para perros. Casi me caigo en una acequia cuando perseguía esta instantánea (la segunda, la que está un poco inclinada), de verdad que me quedé muerta al verlo. Lo primero que pensé: en Sri Lanka y el sudeste sin carritos para niños y cargando las madres, y aquí los perros en carrito, y la señora del carrito le daba helado al perro. Es que es muy fuerte!. Qué os parece viajeros? No da un poco de miedo? bss