motobiking in vangvieng

Como ya sabéis debidos a los últimos acontecimientos he tenido que bajar un poco el ritmo pero como no hay mal que por bien no venga pues me he decidido a alquilar una moto para no cargar la pierna y explotar así este medio de transporte. Bueno pues tras 20 años sin llevar una (la famosa vespino azul que teníamos en el chalet) y a pesar de que es fácil, os digo que no he superado el primer casting, ya que en la tienda el chico que me atendía y que era un experto (yo le triplicaba la edad fácilmente) tras ver mi primera demostración me ha dicho que fuera a otro sitio a alquilar la moto, jajaja, y eso que aquí te hacen firmar un documento en el que dices que te haces cargo de todo pues no está asegurada, y además les dejas el pasaporte!! Imaginaros, qué nivel!! 

Menos mal que en el segundo sitio Lee ha confiado en mi, bueno yo le he mentido un poquito cuando me ha preguntado si conducía motos, y al final me la alquilado. Ahora estoy encantada pero os digo que ha habido de todo, el momento cumbre ha sido cuando me he metido en un barrizal yendo en búsqueda de una cueva. Menos mal que ha aparecido un ángel, ya sabéis que por aquí aparecen de vez en cuando. Ha resultado ser un chico madrileño que me ha ayudado a sacar la moto de una especie de acequia donde iba abocada. En fin, no ha sido nada, pero he pasado de la cueva, total ya he visto un montón. Me interesan más estos paisajes.

Vangvieng es una ciudad de veraneo, llena de bares y restaurantes al aire libre, enfocada absolutamente al turismo de adolescentes, sobretodo británicos. Vienen en hordas a hacer tubbing (tirarse por el río con neumáticos de tractor, o lo que inventamos hace mil años en el chalet con aquel neumático que nos trajo el tío Fernando) en el río Nam Song y a emborracharse, en fin unos van a Lloret de Mar y otros a Laos. Just having fun!

Pero como espero podáis apreciar en las fotos el paisaje es increíble. Está rodeada de campos de arroz y de estas formaciones kársticas cubiertas de vegetación. No pensaba parar aquí pero me han convencido otros viajeros y ha merecido la pena.

Por la tarde en la guest-house he conocido a Claire, una mujer francesa muy maja y después de charrar un rato hemos quedado en ir a cenar al night market, que consiste en puestecitos de comida en la calle. Yo antes de devolver la moto y aprovechando que no llovía me he ido a dar una vuelta y he hecho el descubrimiento del día, unas terracitas frente al río chulísimas, desde ellas he hecho las 3 últimas fotos, impresionante!! Esto es lo alucinante de Asia, cuando menos te lo esperas una sorpresa!!

Mañana madrugo para ir a Vientian y desde ahí enlazar a Savannakhet. Os seguiré contando...bss